1. Invierte en capas inteligentes, no en volumen
El secreto no está en usar la chaqueta más gruesa, sino en saber combinar capas delgadas que retengan el calor. Empieza con una camiseta térmica, añade un suéter de buen material (lana o cashmere), y remata con una chaqueta estructurada. Así mantienes el calor y conservas una silueta elegante.
2. Juega con las texturas
El invierno es la excusa perfecta para mezclar tejidos como lana, cuero, terciopelo, denim y borrego. Esta mezcla no solo agrega profundidad visual a tu look, sino que también eleva el outfit de forma instantánea. ¿Un ejemplo infalible? Pantalones de cuero con abrigo oversized de lana y bufanda de punto grueso.
3. Que los accesorios hagan el trabajo
Sombreros, guantes, bufandas y botas no solo protegen del frío, también marcan tu estilo. Opta por accesorios de calidad, en tonos neutros o contrastantes según tu mood. Un abrigo negro puede parecer básico, pero con una bufanda color mostaza y unas gafas grandes se transforma en un look digno de revista.